viernes, 10 de junio de 2016

Liberalismo y Comunitarismo

La polémica entre liberales y comunitaristas se viene dando desde principios de los años 80. En esta época surge este conflicto, un enfrentamiento entre dos tradiciones que se juegan el predominio en el futuro. Pero, ¿qué son exactamente estas dos ideas?

El liberalismo es una teoría política cuyo objetivo es limitar al máximo la actividad y el poder del Estado para así favorecer la libertad del individuo. Esta idea le da gran importancia al individualismo, considera que el individuo es algo primordial y que tiene derecho a ejercer de forma plena su libertad, independientemente de los aspectos colectivos. Considera que la libertad es un derecho inviolable cuyo único límite consiste en no afectar la libertad y los derechos de los demás. Los liberales sostienen que el Estado no debería intervenir en la vida de los individuos ni en sus decisiones, simplemente debería permitir que las diferentes preferencias particulares puedan coexistir y que los intereses de unos no perjudiquen a los de los demás.

El comunitarismo, en cambio, es una filosofía política que aparece a finales del siglo XX en oposición al liberalismo y a determinados aspectos del individualismo. No es del todo contrario al liberalismo, sin embargo, centra su interés en las comunidades y sociedades y no en el individuo. Los comunitaristas creen que a las comunidades no se les da la suficiente importancia en las teorías liberales, critican al individualismo y a la neutralidad estatal, y defienden la importancia de una común concepción del bien compartida por todos los ciudadanos.

Ahora bien, ¿cómo interpretarían estas teorías algunos de los problemas de las sociedades actuales? ¿Qué pensarían liberales y comunitaristas acerca de, por ejemplo, los vientres de alquiler?

Los vientres de alquiler o maternidad subrogada es un asunto muy polémico en la actualidad y es algo que en países como, por ejemplo, España, está prohibido. ¿En qué consiste? Este proceso es una técnica de reproducción asistida y consiste, básicamente, en un acuerdo en el que una mujer se compromete a gestar en su vientre a un niño, para otra persona que por diferentes causas es incapaz de hacerlo, hasta el día de su alumbramiento cuando se lo entregará (por un precio determinado o gratis, dependiendo del caso). ¿Cómo se analizaría este asunto desde el liberalismo y el comunitarismo?


Pues, en este caso, los liberales opinarían que el Estado debería permitirlo porque, como ya he dicho, según ellos, los individuos han de disfrutar de una libertad plena (siempre y cuando esta no interfiera en las libertades de los demás). Por lo tanto, si ambas partes del acuerdo lo aceptan voluntariamente y si, por lo tanto, la mujer quiere hacerlo y decide alquilar su cuerpo, el Estado no debería impedírselo ya que es su decisión y haciéndolo no perjudica a nadie.

En cambio, ¿cuál sería la opinión de un comunitarista? En este caso, los comunitaristas opinarían que el Estado debe respetar ciertos valores morales que son comunes a todos los ciudadanos. Por lo tanto, si esta práctica estuviera permitida, significaría que la comunidad estaría de acuerdo con considerar el cuerpo humano como una mercancía y, entonces, ¿por qué deberían estar prohibidas otras cosas como el tráfico de órganos o el tráfico de personas? 

En mi opinión, creo que esta práctica no es algo del todo negativo. Evidentemente tiene aspectos buenos y malos, tiene sus ventajas y sus riesgos, como todo, pero no creo que sea algo tan malo como opinan algunos porque, gracias a este método, muchas personas que no podían tener un hijo (personas infértiles, parejas homosexuales, etc.) han logrado tenerlo y este proceso les ha proporcionado una felicidad única e insuperable. Evidentemente hay otras formas de tener hijos como, por ejemplo, la adopción, pero no me parece que haya que prohibir esta práctica y, por lo tanto, supongo que mi opinión es un tanto liberal porque, en mi opinión, si una persona o pareja desea tener un hijo pero no puede hacerlo y otra persona se ofrece voluntariamente y ofrece su cuerpo y su tiempo para ayudarles, ¿por qué el Estado debería impedírselo? Sin embargo, no creo que esto deba ser un negocio y por ello me parece bien la regulación legal que hay en paises como Canadá, en los que la forma "comercial" está prohibida y sólo se permite la forma "altruista", es decir, que la madre no recibe compensación económica por el embarazo, sólo recibe pago de los gastos derivados de él como, por ejemplo, desplazamientos a las visitas médica, ropa premamá, alimentación especial, etc.




Bibliografía:
-     “Politeia parte 2: sistemas políticos y ciudadanía”, apuntes de filosofía del profesor Óscar Sánchez del IES Llanera.

domingo, 29 de mayo de 2016

Los Senoi: el pueblo del sueño

Los Senoi son una tribu que vive en una jungla en las montañas de Malasia, descubiertos en los años 30 por el antropólogo británico Herbert Noone.

Habitan en poblados llamados “kampong”, formados por casas comunes hechas a base de cañas de bambú y paja y edificadas sobre pilotes para defenderse de las crecidas causadas por las intensas lluvias. Cada una de estas casas posee un corredor central y compartimentos para las diversas familias. 

Los Senoi son, por lo general, monógamos, pero aceptan la poligamia. Además son, ante todo, vegetarianos y se alimentan principalmente de los frutos que recolectan y los alimentos que cultivan  (básicamente arroz y otras legumbres de la zona). El hecho de que las tierras sean muy fértiles les permite trabajar solamente unas 2 horas al día. Los hombres de la tribu además también cazan con ayuda de cerbatanas de bambú y pescan por medio de frutos soporíferos, pero lo hacen en muy poca medida.

Además, son extraordinarios artistas creativos. A parte de cultivar los suelos, los Senoi se dedican a confeccionar objetos de bambú y palma y a crear nueva música, cantos y danzas.

Pero lo que diferencia a los Senoi del resto de tribus es la educación de los sueños. Desde muy pequeños, los miembros de esta tribu son instruidos en el complejo método del control y el dominio de los sueños, del que emana su gran estabilidad psíquica y social y su creatividad. Gracias a esto, la personalidad de sus habitantes es muy sana y no se advierten deseos de posesión ni voluntad de dominación. En esta tribu, la cooperación sustituye a la competencia y no existe violencia ni delincuencia, solo existe paz y felicidad.

Toda su vida está organizada en torno a los sueños. Por la mañana, durante el desayuno, cada miembro de la familia cuenta lo que ha soñado por la noche. Se discute sobre estos sueños y los mayores explican a los jóvenes cómo hubiesen debido actuar en ellos. Luego, los hombres van a la asamblea del poblado, donde se discute acerca de los sueños más importantes de cada familia. Los chamanes explican sus símbolos y significado y, después, el conjunto de los sueños  de la noche determinan las actividades del día. En muchas ocasiones, por ejemplo, los habitantes dedican su día a la realización de los objetos vistos en sueños: indumentaria, pinturas, canciones, danzas, etc. 

La vida del poblado, por lo tanto, tiene su centro en los sueños. Ellos sostienen que, durante el sueño, el hombre es capaz  de ver el mundo a través de su espíritu y su objetivo es conseguir controlar sus sueños y realizar lo siguiente: 

1. Enfrentar los peligros y superarlos:

Los Senoi tienen como principio enfrentar a toda imagen que los agreda en los sueños. Por ejemplo, si un niño se ve atacado por una bestia, se le indica que la próxima vez que se vea en tal situación en un sueño, deberá enfrentarse a ella para domarla o matarla. Si no es capaz, deberá pedir ayuda y si consigue matar a la bestia, el espíritu de ésta se convertirá en su aliado y le ayudará a vencer otros peligros en otros sueños.

2. Llegar hasta el fondo de lo placentero:

Según los Senoi, no hay  que quedarse corto  en los sueños placenteros, ya  se trate de volar por los aires, de relajarse en una playa o tener un encuentro sexual, amoroso o místico. Por ejemplo, al volar por los aires no hay que dejarse llevar pasivamente, sino que habrá que aprovechar la ocasión para ir a explorar lo que se desea o para ir al encuentro de quien uno quiera.

3. Convertir todo lo negativo en positivo:

Por ejemplo, un sueño de caída desde un precipicio puede resultar desagradable o terrorífico. El consejo del padre será que trate de convertir eso en un  vuelo por los aires. En lugar de destruir una imagen, los Senoi creen que es mejor enfrentarla y transformarla en algo positivo.

4. Reparar durante el día los daños y las ofensas ocurridos durante el sueño:

Por ejemplo, si durante el sueño ha habido un enfrentamiento con algún amigo o enemigo, el Senoi irá a decírselo, o al menos se lo comunicará por medio de sus padres, de tal manera que este pueda manifestarle su buena voluntad. También reparará simbólicamente su agresión mediante algún obsequio y a partir de ese momento guardara distancia durante algún tiempo hasta que todo sea más claro. También puede ocurrir, si un soñador ha visto a un miembro del poblado en situación dificultosa, por ejemplo atacado por una bestia, deberá ir a advertírselo y recibirá en recompensa un obsequio por su actitud. 

5. Encontrar consejeros y guías en los sueños:

Los Senoi sostienen que cada persona puede y debe llegar a ser su mismo maestro en el mundo terrenal y espiritual o universo de sus sueños. Saben que solos no pueden y por ello deben  encontrar un guía que será una especie de consejero a lo largo de sus vidas.





Bibliografía:

jueves, 28 de abril de 2016

Ubuntu

Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que quien llegara primero ganaría todas las frutas. Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se cogieron de las manos y corrieron juntos y, después, se sentaron juntos a disfrutar del premio. Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía haber ganado todas las frutas, le respondieron: “Ubuntu. ¿Cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?”
                     
¿Qué es Ubuntu? Ubuntu es una regla ética o filosofía sudafricana enfocada a la lealtad con las personas y a su manera de relacionarse. La palabra proviene de las lenguas Zulú y Xhosa y surge del dicho popular "Umuntu, nigumuntu, nagumuntu" que en Zulú significa “una persona se hace humana a través de los demás”. El significado de esta palabra es muy difícil de explicar y por ello, en muchas ocasiones, se utiliza la historia con la cual he comenzado esta entrada para intentar aclararlo. Podríamos decir que Ubuntu significa “humildad”, “empatía”, “amar a los demás”, “paz”, “humanidad hacia otros”,… pero su definición más habitual es: “yo soy porque nosotros somos”.

Una persona con Ubuntu es abierta y está disponible para los demás, respalda a los demás, no se siente amenazado cuando otros son capaces y son buenos en algo, porque está seguro de sí mismo ya que sabe que pertenece a una gran totalidad, que se decrece cuando otras personas son humilladas o menospreciadas, cuando otros son torturados u oprimidos.” - Desmond Tutu, clérigo y pacifista sudafricano.

Es decir, que por nosotros mismos, sin la comunidad, no somos nada. Según Johann Broodryk, un filósofo surafricano que dedicó su tesis doctoral a Ubuntu y que hoy es uno de sus máximos estudiosos, “en un entorno que a menudo puede ser muy hostil, como pasa en muchas partes de África con animales salvajes, enfermedades como la malaria, etc., una persona sola está perdida. Para sobrevivir, para alimentarse, guarecerse y sentirse protegido, necesita a otras personas".

Ubuntu es, en definitiva, una visión del mundo donde no es que la persona individual se tenga que someter a la comunidad, sino que hay una síntesis entre individuo y comunidad para crecer juntos. Según Broodryk, “Es muy iluso pensar que con solo nuestro esfuerzo individual podremos progresar. La envidia que nos hace que le pongamos la zancadilla a nuestro vecino no solo es un mal sentimiento, también es una estupidez. Todo es mucho más fácil si trabajamos con nuestro entorno y aprovechamos las sinergias".

Por lo tanto, el objetivo de Ubuntu es juntar a las personas en la búsqueda de una vida mejor, tratándolas a todas y cada una de ellas con respeto, igualdad y dignidad y, en mi opinión, esto es algo realmente importante. Todos los seres humanos, independientemente de nuestra cultura, color de piel, sexo, etc. formamos parte de la gran familia. Todos somos iguales y merecemos lo mismo. Merecemos respeto, derechos e igualdad por el simple hecho de existir, y es que todos pertenecemos a la misma especie, todos sentimos, todos pensamos. Yo creo que la gente debería darse cuenta de que, realmente, son muy pocas las cosas que nos diferencian en comparación con las cosas que nos unen y, por lo tanto, deberíamos empezar a respetar y a tratar a todas las personas por igual y deberíamos de trabajar todos juntos, pues así conseguiríamos alcanzar nuestros objetivos y conseguiríamos crear un lugar mejor.





Bibliografía:

lunes, 14 de marzo de 2016

La belleza de la ciencia

Mucha gente considera a la ciencia como algo frio, artificial y distante y cree que se trata exclusivamente de laboratorios, probetas y complicadas ecuaciones y que analizar el mundo por medio de la ciencia es quitarle lo mágico, lo bello o lo poético, pero esto no es cierto.

Pongamos por ejemplo el caso sugerido por Richard Feynman: dos amigos, uno científico y el otro artista, se encuentran para debatir acerca de la belleza de una flor. El artista diría lo siguiente: “Yo como artista puedo ver lo hermosa que es esta flor, pero tu como científico lo único que haces es descomponerla en partes y entonces se vuelve algo aburrido y frio”. Pero esta afirmación es incorrecta. La misma belleza que el artista encuentra en la flor está disponible para todos los demás, incluso para las personas de ciencia. Cualquier ser humano puede apreciar esa misma belleza a simple vista. Sin embargo, desde el punto de vista científico, se puede apreciar mucho más porque, gracias a la ciencia, podemos imaginarnos las células, las complejas interacciones que se dan entre estas, los procesos que tienen lugar en su interior, los cambios evolutivos que ha tenido que sufrir esa especia para ser como es hoy en día,… y todo esto también tiene una belleza propia.

Seguramente, el problema principal por el que las personas ven a la ciencia de este modo es la terminología que en ella se utiliza pero, en realidad, esta gente no se da cuenta de algo: todas esas palabras extrañas y complicadas pueden parecer frías, pero los procesos que intentan explicar son asombrosos y maravillosos y se manifiestan a todos los niveles conocidos, desde lo más pequeño hasta lo más grande del universo. La ciencia nos ha permitido visitar otros mundos y maravillarnos con lo que descubrimos acerca de estos, estudiar el código genético que se encuentra en cada uno de nosotros y descubrir, gracias a ello, el lazo que compartimos con todos los seres vivos de nuestro planeta, salvar millones de vidas a diario, a través de la investigación y la mejora y perfección de las técnicas y medicamentos utilizados, entender mejor el mundo y todo lo que nos rodea.

Uno de los descubrimientos más asombros que ha hecho la ciencia, en mi opinión, es el saber que nuestros átomos son los mismos que se formaron en los comienzos del Universo. La materia no se destruye, solo se transforma y, por lo tanto, nuestros átomos fueron, en algún momento, parte de estrellas. Los elementos y moléculas que nos componen fueron formados en su interior y, por lo tanto, todos nosotros somos “polvo de estrellas”. Por eso creo que la ciencia no es simplemente algo aburrido y frio, también tiene algunos aspectos asombrosos, maravillosos e, incluso, poéticos.

Os recomiendo ver este video que os dejo a continuación porque, en él, varios científicos hablan sombre el hecho de que nosotros “somos el universo” y sobre otros increíbles avances que se han realizado gracias a la ciencia: 


Por todo esto, en mi opinión, la ciencia no puede restarle belleza a las cosas porque, gracias a ella, aumenta nuestro conocimiento y somos capaces de descubrir aspectos nuevos de la realidad. Gracias a ella sabemos lo que ocurre tanto cerca como lejos de nosotros, desde lo más pequeño a lo más grande y, por este hecho, en mi opinión, lo único que puede hacer la ciencia es añadir belleza al mundo que nos rodea, porque nos permite entenderlo y maravillarnos con él.



Bibliografía:

sábado, 6 de febrero de 2016

La realidad y Lo Real

¿Es el mundo que nos rodea tal y como lo percibimos? ¿Se corresponde nuestro conocimiento con la verdad? Para responder a estas preguntas debemos aclarar primero cómo obtenemos nuestro conocimiento y nuestra percepción del mundo.

Las personas captamos diferentes tipos de información a través de nuestros sentidos (luz, ondas sonoras,…), a los cuales denominamos estímulos, que inciden sobre nuestros órganos sensoriales, los cuales forman unos impulsos nerviosos que son transportados hasta el cerebro, donde son interpretados. Por lo tanto, percibir no es un mero reflejar la verdad tal y como es. Mi percepción del mundo no es igual a la percepción de otra persona, y tampoco a la de otro ser vivo de otra especie, porque el mundo que percibimos es el resultado de una verdad objetiva y un sujeto que percibe y, por lo tanto, las percepciones tienen algo de real y algo en parte de construcción por parte del sujeto. Jamás conoceremos absolutamente lo que son las cosas, porque toda idea es subjetiva y limitada, porque conocerlas es siempre percibirlas o pensarlas como son para nosotros. No tenemos ningún acceso directo a la verdad, solo podemos percibirla con nuestros sentidos, nuestro cerebro... y, por lo tanto, estamos separados de ella por los mismos medios que nos permiten percibirla.

Es por esta razón por la que el filósofo francés Jacques Lacan (1901-1981) diferencia entre "la realidad" y "Lo Real". La primera es el conjunto de las cosas tal cual son percibidas por el ser humano, nuestro conocimiento, el mundo a través de nuestros sentidos y nuestro cerebro. En cambio, Lo Real es el cojunto de las cosas independientemente de que sean percibidas por el ser humano, lo auténtico, la inalterable verdad, es aquello que no puede ser simbolizado ni explicado, aquello que es imposible de "entender". La realidad puede ir concidiendo con Lo Real en la medida que avanza el intelecto y la consciencia, pero nunca conseguirá alcanzarla. 

Entonces, si lo que conocemos no se corresponde con la verdad y si cada ser vivo percibe el mundo de una forma, ¿cómo es el mundo en el que vivimos? Es increíble que nuestra especie haya estado en este planeta desde hace unos 200.000 años y aún no sepamos cómo es realmente, cómo es el mundo que nos rodea, y lo más impactante es que, probablemente, aunque cada vez nos estamos acercando más y más a la verdad, nunca llegaremos a conocerla del todo porque, como muchos filósofos afirman, la verdad absoluta es algo inalcanzable. 



Bibliografía:
    - "Invitación a la filosofía" de André Comte-Sponville.
    - "De la sensibilidad a la razón", apuntes de filosofía del profesor Óscar Sánchez        del IES Llanera.
    - https://es.wikipedia.org/wiki/Realidad
    - https://es.wikipedia.org/wiki/Lo_real

miércoles, 30 de diciembre de 2015

"El show de Truman"

“The Truman show” (titulada “El show de Truman” en España)  es una película estadounidense estrenada en 1998.

Esta película nos cuenta la historia de Truman, un hombre que, sin saberlo, fue desde el momento en que nació protagonista de un programa de televisión emitido las 24 horas del día. Truman estuvo toda su vida rodeado de miles de cámaras ocultas y de actores que fingían ser sus amigos y familiares, los cuales eran dirigidos por Christof, el director del programa y la persona responsable de controlar la vida del protagonista. Un día, una actriz llamada Silvia decide contarle a Truman la verdad y, gracias a ello, éste empieza a fijarse en diversos detalles extraños y repetitivos de su vida diaria y se da cuenta de lo que ocurre.



Esta historia podría relacionarse con dos ideas filosóficas:

  1. En primer lugar, podríamos relacionar la vida de Truman con la “Alegoría de la caverna” (también conocida como el “Mito de la caverna”) de Platón. En esta alegoría se nos describe una caverna en la cual se encuentran un grupo de hombres, prisioneros desde su nacimiento por cadenas que les sujetan el cuello y las piernas de forma que únicamente pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna sin poder nunca girar la cabeza. Justo detrás de ellos, se encuentra un muro con un pasillo y, seguidamente, una hoguera. Por el pasillo del muro circulan hombres portando todo tipo de objetos cuyas sombras, gracias a la iluminación de la hoguera, se proyectan en la pared que los prisioneros pueden ver. Estos hombres encadenados se hallan condenados a tomar únicamente por ciertas las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada de lo que acontece a sus espaldas. En este caso, Truman sería uno de los hombres encadenados de la caverna, engañado toda su vida y obligado a creer lo que los demás quieren que crea, sin posibilidad de conocer la verdad.
“Aceptamos la realidad del mundo que nos presentan.”- Christof, "El show de Truman"


  1. Esta historia también podría relacionarse con la “Hipótesis del genio maligno” de Descartes. Descartes sugiere que tal vez hemos sido creados por un Dios (quien en el caso de la película sería Christof, el director del programa) que ha dispuesto nuestra naturaleza de tal modo que creemos estar en la verdad cuando realmente estamos en el error y, por lo tanto, hasta las afirmaciones que parecen tan ciertas, claras y evidentes pueden ser una mentira.


En mi opinión, esta es una muy buena película que no solo entretiene al espectador, sino que también le hace pensar y le hace replantearse toda su vida, pensar en cómo, en ocasiones, nos manipulan, en lo que algunas personas son capaces de hacer con tal de obtener algún beneficio, en lo que pasaría si toda nuestra vida fuera un engaño, etc. 


 Bibliografía:

lunes, 7 de diciembre de 2015

El hombre y el cosmos

En las sociedades actuales, las personas tendemos a vernos como algo separado del cosmos: para nosotros, el universo es algo inanimado y nosotros somos algo independiente, separado de él. Sin embargo, la astrología ubica al ser humano como parte integrante del cosmos, sostiene que existe una relación entre los fenómenos astronómicos y nuestra vida.

“Las personas quieren desgajarse del cosmos hasta sentirse autómatas y dejar al cosmos como algo externo e inanimado, pero esto no es cierto. Nosotros somos cosmos en forma humana, somos el modo en el que el cosmos se hace consciente de sí mismo” – Richard Tarnas

Muchas culturas creyeron en la importancia de la astrología, y algunas como los indios, los chinos y los mayas desarrollaron diferentes sistemas para predecir los acontecimientos terrestres basándose en las observaciones celestiales. Sin embargo, al final del siglo XVII, con el surgimiento de la nueva física y la astronomía, comenzó a cuestionarse la astrología y esta empezó a perder credibilidad. No obstante, aún en la actualidad existen personas que creen en ella.

                                     
Una de estas personas es Richard Theodore Tarnas, historiador cultural y profesor de filosofía y psicología en el California Institute of Integral Studies de San Francisco. Una de sus obras más importantes es “Cosmos and Psyche” (Cosmos y Psique) publicada en el año 2006, en la que Tarnas nos presenta una nueva visión de la realidad, del ser humano y de su lugar en el universo.

"Sólo propongo una manera distinta de ver las cosas que nos permita reconciliarnos con la naturaleza."

En “Cosmos y psique lo que Tarnas defiende es que todo está relacionado y que hay una íntima conexión entre lo microscópico y lo macroscópico, “entre las cosas de las criaturas humanas y la marcha de los planetas”, es decir, entre los movimientos planetarios y la historia de la humanidad: los descubrimientos, las nuevas formas de pensar y, en general, todos los grandes acontecimientos históricos y culturales.

“Los planetas estaban colocados de la misma manera el día en que Jimi Hendrix arrasó ante las multitudes con su forma heterodoxa de tocar la guitarra y el día en que Viena se rindió a los pies de Beethoven por la hondura de sus conciertos de piano.”

En esta obra, Richard Tarnas nos habla de la importancia de Urano, Neptuno y Plutón. Nos dice que su movimiento y su posición son tan importantes que influyen de una manera asombrosa en la cultura y en la forma de pensar de una sociedad. Estos planetas son llamados en la astrología con el nombre de “Dioses del Cambio” debido a su influencia en la vida de las personas y las sociedades. Según Tarnas, las alineaciones entre estos planetas coinciden siempre con revoluciones de conciencia y por ello, según él, se produjo, por ejemplo, la “era axial”:

“A los siglos VI y V a.C. se les llama así por la formidable eclosión que vivió la humanidad: Sócrates, Buda, Confucio, Pitágoras, Lao Tse, Zoroastro, jainismo, los profetas hebreos… En esta época Urano, Neptuno y Plutón se encontraban alineados de modo casi perfecto. He observado que las alineaciones entre dos de estos tres planetas se corresponden siempre con revoluciones de conciencia. Los tres a la vez…”


La verdad es que yo nunca había creído en la astrología. Siempre pensé que era un engaño utilizado simplemente para ganar dinero. Sin embargo, hay aspectos de la astrología que he descubierto y que me parecen impresionantes: desde los grandes avances de los mayas hasta los descubrimientos de la investigación de Richard Tarnas. Aún no se si las afirmaciones de estas personas y culturas son ciertas y fiables, pero debo admitir que algunos de sus aspectos me parecen increíbles.



“Un ser humano es una parte de la totalidad que llamamos Universo, una parte limitada en el tiempo y en el espacio. Sin embargo, se experimenta a sí mismo, sus pensamientos y sus sentimientos, como algo separado del resto; una forma de ilusión óptica de la conciencia. La ilusión es una forma de prisión que limita nuestros deseos personales y nuestra preocupación por unas pocas personas que están cerca de nosotros. Nuestra tarea debe ser liberarnos de esa prisión, extendiendo nuestro círculo de compasión hasta abrazar la totalidad de las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza en la plenitud de su belleza.” –Albert Einstein



Bibliografía: